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El equipo de gestores busca solucionar un déficit de 1,5 millones que ha puesto contra las cuerdas a este complejo de tiendas
El Centro Comercial Neptuno atraviesa desde hace años una complicada situación económica, que para algunos pequeños empresarios ha supuesto el fin de sus negocios y para la mancomunidad de propietarios de las instalaciones el hecho de arrastrar un importante déficit, que alcanza en estos momentos un montante de 1,5 millones de euros. Este es el dinero que dejaron de pagar los propietarios de los locales en concepto de la cuota de la comunidad.
Los motivos por los que los pequeños comerciantes no cumplieron con sus obligaciones con la comunidad de Neptuno derivan a su vez de la situación de crisis que han arrastrado en los últimos años. La caída de ventas, la competencia de otros complejos comerciales de mayor tamaño y la falta de renovación de las infraestructuras han sido, entre otros, los factores que han contribuido al declive de este complejo de tiendas y de locales de ocio.
El nuevo equipo de gestores que se ha hecho cargo de este centro –pionero en Granada en implantar un modelo de comercio al por menor, con apoyo de instalaciones comunes– pelea desde hace año y medio por cambiar esta realidad para que los 200 empresarios que aún conservan un comercio abierto tengan garantías de una mayor rentabilidad y en consecuencia, de permanencia.
Manuel Sierra, presidente de las distintas sociedades vinculadas a la gestión del Centro Comercial Neptuno, explica que cuando el nuevo equipo llegó a hacerse cargo, los costes de explotación del centro no eran sufragables ni en un 50% por el pago de las cuotas empresariales. «Era una situación económica insostenible y a partir de ahí tuvimos que tomar todas las medidas que consideramos oportunas», explica. Sierra no entra a valorar la gestión que se llevó a cabo por los anteriores responsables empresariales, aunque deja caer que la problemática situación por la que pasa Neptuno deriva en buena medida de las decisiones que tomaron.
Cambios
La primera decisión adoptada por el equipo que encabeza Sierra fue, precisamente, la creación de una serie de sociedades mercantiles mediante las cuales llevar a cabo la gestión mancomunada del centro, puesto que con la fórmula anterior no se podía repercutir el IVA en las aportaciones empresariales y ello suponía un importante quebranto económico para las arcas comunes.
«La gestora que había antes de nuestra llegada hizo unos gastos muy importantes, invirtió cantidades de remanentes que había en la contabilidad del centro y los gastó en adecuar el recinto a los parámetros que el Ayuntamiento de Granada nos exigía», afirma Sierra.
Con tal situación, la caja del Centro Comercial Neptuno se quedó muy debilitada. Sumada a la falta de pago de los comuneros, el resultado fue el antes descrito: una enorme deuda que ha estado a punto de provocar si no el cierre del complejo, sí una situación insostenible. «El cierre de un barco tan grande como este es prácticamente imposible;aquí sin luz sin agua hubiéramos podido resistir, las puertas hubieran seguido abiertas pero imagínese en qué condiciones tan lamentables», agrega el gestor empresarial.
Un tanto que ha jugado en favor de la propuesta de los gestores es la favorable posición de cuantos bancos y cajas de ahorros se han quedado con los comercios cuyos dueños no han podido hacer frente a los préstamos hipotecarios o personales para mejora de los mismos. Sierra reconoce que han pagado puntualmente las cuotas que les corresponden y a las que están obligados por ley no solo durante el año en el que el establecimiento pasó a sus manos, sino incluso en los anteriores.
Relanzamiento
Pero enjugar el descomunal déficit arrastrado por Neptuno desde años atrás no es el único objetivo de los nuevos gestores. Muy por el contrario, son conscientes de que la supervivencia de este complejo de tiendas pasa también por emprender su relanzamiento comercial con mayúsculas. Es decir, con iniciativas que no pasen por una simple mano de pintura o cambios decorativos.
Sierra explica que son tres las grandes propuestas que están en marcha en este terreno. La primera de ellas es reconvertir por completo la planta cero, es decir, la que en su día fue ‘parking’ y luego se transformó en un conglomerado de negocios sin conexión y que hoy en día o están cerrados o cuentan con muy pocos clientes. En este sentido, lo que se proponen conseguir los nuevos administradores es que los dueños del centenar de tiendas desparramadas por una superficie de 13.000 metros cuadrados acepten su venta a un grupo empresarial, bien a través de un fondo de inversiones o de cualquier otra fórmula, que se haga cargo de ese espacio y a la vez negocie con tres o cuatro grandes firmas comerciales que estén interesadas en implantarse en el mismo.
«Sabemos que el mercado nos está esperando, que quieren quedarse con esos locales y anclar en ellos a grandes empresas que tendrían que montar sus negocios y que sin duda tienen garantizada una clientela», afirma en este punto Sierra. El presidente de Neptuno no suelta prenda sobre posibles interesados: «Sí nos piden que la planta cero sea de un solo propietario». La división horizontal de esta planta cambiaría por completo al albergar entre cuatro y seis grandes firmas.
La otra gran pata sobre la que se basa el nuevo Centro Comercial Neptuno pasa por la reconversión de todas las salas de cine existentes en la planta uno en un gimnasio de última generación, que estará en manos de la multinacional alemana MacFit. Este gimnasio, tanto por sus características como por lo aquilatado de sus costes para sus usuarios, tendría un efecto llamada que se considera importantísimo por parte de los gestores. De hecho, esta gran empresa germana ya ha apostado con todos sus recursos por implantarse en el mismo e incluso tiene definidas distintas propuestas para que su establecimiento sea plenamente visible desde el exterior: unas afectan plenamente a la ‘transparencia’ del edificio que permita contemplar sus instalaciones y otras simplemente anunciarían su presencia mediante vistosos logotipos colgados de la fachada.
Finalmente, para completar las dos acciones anteriores, se encuentra la más llamativa desde el punto de vista arquitectónico: implementar en la terraza del centro un pequeño complejo de ocio y restauración, que ocuparía una superficie de unos 2.000 metros cuadrados. La que permite el Ayuntamiento de Granada, al no exceder del 10% de la edificabilidad que tiene el centro.
La idea básica parte de una serie de locales destinados a bares, cafeterías, restaurantes y otros negocios relacionados con el ocio, como una ludoteca, que darían a una gran terraza general y con elementos ornamentales de tipo vegetal u otros. «Somos conscientes de que la restauración y el ocio son las anclas más importantes para fijar a un público que viene a un centro como éste», agrega Sierra.
Ubicación
A la hora de valorar las fortalezas y debilidades que presenta el Centro Comercial Neptuno, sus actuales gestores destacan la excelente ubicación que tiene: a dos pasos de la Circunvalación de Granada y a menos de diez minutos del centro de la ciudad caminando. Este inmejorable emplazamiento quieren explotarlo también, para consolidar así el futuro del complejo comercial frente a las ‘amenazas’ que pueden presentarse en un futuro. Amenazas que consideran no vendrán de las nuevas grandes superficies, como el futuro Centro Nevada, sin de otros formatos más de proximidad que algunas grandes firmas ya están empezando a implantar en los cascos de las ciudades.
En base a todo lo anterior, la apuesta pasa porque haya una comunión de intereses entre los comerciantes del centro y los de Neptuno, que sus clientes puedan ir de compras a los dos sitios en el mismo día y disfruten de sus ventajas.

Muchos locales del centro comercial permanecen cerrados. :: A. A.
Tiendas en liquidación y un notable descenso del número de clientes
Los clientes asiduos al Centro Comercial Neptuno y los propios comerciantes radicados en el mismo han podido apreciar en los últimos meses el descenso de personas que acuden a efectuar sus compras a este complejo de tiendas. Yello a pesar de la extraordinaria ubicación que tiene, la facilidad que ofrece para aparcar los vehículos privados y los servicios complementarios de que dispone, entre los que se encuentran las entidades financieras que atienden de cara al público.
La demanda en estas fiesta navideñas no ha repuntado más que mínimamente y cualquiera que haya pasado en estas jornadas por el interior del recinto habrá podido darse cuenta de que la asistencia de público no es la que cabe esperar en fechas como éstas. Y no anima precisamente a las compras el hecho de que muchos escaparates de tiendas, antaño repletas de clientes, luzcan hoy el cartel de artículos en liquidación por cierre de establecimiento. Cuando no de persianas bajadas.
Algunos de los comerciantes consultados por este periódico en una jornada laboral de entre semana y en horario de compras matinal, confiesan que las ventas en sus establecimientos han descendido hasta la mitad en los últimos años, en parte como consecuencia de la crisis económica que resta capacidad adquisitiva a las familias y de otra porque las instalaciones del complejo se han quedado obsoletas frente a otros que son su competencia.
Alianza
Curiosamente, los mismos comerciantes que revelan la caída de ventas coinciden en señalar que la competencia que tienen con las tiendas del centro de la ciudad, con las franquicias nacionales de la calle Recogidas, debe convertirse en un factor de fortaleza si se establecen las alianzas oportunas. Cuestión esta en la que están muy en la línea con una de las propuestas que ha lazando el equipo de gestión del complejo comercial. «No se trata de que se implanten aquí las mismas firmas, no tendría sentido por la proximidad, sino que en conjunto podamos ofrecer entre todos una posibilidades de compra para todo tipo de público, que no tenga necesidad de acudir a una gran superficie para encontrar lo que desea», apostilla este veterano comerciante que prefiere no revelar su identidad.
Así las cosas, lo que resulta una evidencia es que el Centro Comercial Neptuno necesita con urgencia medidas de revitalización como las que han propuesto sus gestores para que en un corto plazo de tiempo pueda abandonar la senda de declive que hoy presenta y recuperar la actividad que tuvo en su día, desde que se inaugurara hace ya más de una veintena de años.
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