IDEAL JAEN
Especialistas itinerantes visitan periódicamente una zona industrial sin vigilancia privada y con varios accesos, muy difícil de defender
Tres naves desvalijadas y un botín de muchos miles de euros en dinero en efectivo, aparatos de alta tecnología, maquinaria y hasta un vehículo industrial. Un asalto de manual, sin que sonasen las alarmas y sin apenas rastros que seguir. Es la tarjeta de visita que ha dejado en el Polígono de Los Olivares de Jaén una banda de butroneros que dio el golpe durante la noche del miércoles al jueves. Periódicamente el polígono despierta sobresaltado por la acción de este tipo de delincuentes altamente especializado, que han encontrado un filón en una zona industrial con poca defensa, ya que carece de seguridad privada , y que además es como 'casa con dos puertas, difícil de guardar'.
El golpe se dio de noche, cuando las actividad del polígono es mínima. Apenas si hay trasiego en una panadería, la entrada y salida de camiones de Mercajaén y algún local donde chicas del Este dan compañía en la barra. El lugar estaba bien elegido. Al final de la calle Huelma (uno de los ejes del Polígono), junto a una calle que ya a los descampados del Bulevar. Un lugar solitario de noche.
La Policía confirma que entraron a la primera nave por el tejado. De allí pasaron a otra contigua abriendo un agujero en un muro. Por el mismo sistema entraron a otro establecimiento.
Personal de una de las naves asaltadas confirma que a ellos les desvalijaron la caja de caudales con dinero en efectivo (otras fuentes estiman que alrededor de 3.000 euros), ordenadores y cámaras y que además les causaron destrozos. El valor de los daños es incluso superior al del dinero que se llevaron. En otra nave pudieron acceder a la caja fuerte para llevarse material de alta tecnología (ninguna fuente oficial lo confirma, pero se habla de teléfonos móviles de última generación que no se ponen en venta por menos de 500 euros la unidad. En la otra nave se llevaron material de obras y sondeos y herramientas. Para sacar la maquinaria pesada usaron una furgoneta que había dentro de la nave. En otra de las empresas también estuvieron trasteando una furgoneta, pero ya estaba cargada con material de trabajo y los ladrones estimaron que no era lo suficientemente valioso como para llevárselo. Tampoco les merecía la pena descargarlo. Pasaron a la nave contigua y allí cogieron otro vehículo.
Desde que se tuvo noticia del asalto la Policía ha intensificado la vigilancia en las zonas industriales de la capital. Los agentes han explicado a alguno de los industriales desvalijados que el modus operandi corresponde a una banda itinerante de especialistas en este tipo de robos. Butroneros expertos que saben cómo entrar a una nave, burlar los sistemas de alarma y reventar una caja fuerte.
La alternativa privada
Desde hace años las autoridades vienen advirtiendo de que el polígono de los Olivares es muy vulnerable ante este tipo de ataques. La Policía Nacional no tiene medios suficientes como para garantizar presencia continua todos los días (y sobre todo todas las noches), por más que las rondas por los polígonos son continuas. El anterior subdelegado del Gobierno en Jaén, Fernando Calahorro, intentó hasta la extenuación convencer a los empresarios instalados allí que invirtiesen en seguridad privada.
Durante varios años los empresarios sufragaron el gasto de una empresa de seguridad que patrullaba por las noches. El problema era que de unos 500 industriales que había instalados en el polígono pagaban menos de cien. Así que en 2008 se hartaron y las patrullas privadas desaparecieron. Además, en 2009 instaladores de alarmas indicaban que la mayor parte de los sistemas que se contrataban eran baratos y poco eficaces contra bandas de especialistas. Incluso en naves donde se guarda material muy valioso. Los robos comenzaron a producirse con cierta frecuencia. Hubo noches en los que unos cuantos tipos bien organizados y entrenados llegaron a hacerse doce naves del tirón, sin que sonase una alarma.
Solo cuando la crisis asoló el polígono y dejó vacías muchas naves los ladrones parecieron perder interés, aunque cada cierto tiempo hay un golpe.
En los últimos años se llegaron a instalar cámaras lectoras de matrículas para responder a las demandas de seguridad que hacían los industriales, pero nunca han llegado a funcionar. En noviembre pasado el PSOE llamó la atención sobre esta circunstancia.

El golpe se dio de noche, cuando las actividad del polígono es mínima. Apenas si hay trasiego en una panadería, la entrada y salida de camiones de Mercajaén y algún local donde chicas del Este dan compañía en la barra. El lugar estaba bien elegido. Al final de la calle Huelma (uno de los ejes del Polígono), junto a una calle que ya a los descampados del Bulevar. Un lugar solitario de noche.
La Policía confirma que entraron a la primera nave por el tejado. De allí pasaron a otra contigua abriendo un agujero en un muro. Por el mismo sistema entraron a otro establecimiento.
Personal de una de las naves asaltadas confirma que a ellos les desvalijaron la caja de caudales con dinero en efectivo (otras fuentes estiman que alrededor de 3.000 euros), ordenadores y cámaras y que además les causaron destrozos. El valor de los daños es incluso superior al del dinero que se llevaron. En otra nave pudieron acceder a la caja fuerte para llevarse material de alta tecnología (ninguna fuente oficial lo confirma, pero se habla de teléfonos móviles de última generación que no se ponen en venta por menos de 500 euros la unidad. En la otra nave se llevaron material de obras y sondeos y herramientas. Para sacar la maquinaria pesada usaron una furgoneta que había dentro de la nave. En otra de las empresas también estuvieron trasteando una furgoneta, pero ya estaba cargada con material de trabajo y los ladrones estimaron que no era lo suficientemente valioso como para llevárselo. Tampoco les merecía la pena descargarlo. Pasaron a la nave contigua y allí cogieron otro vehículo.
Desde que se tuvo noticia del asalto la Policía ha intensificado la vigilancia en las zonas industriales de la capital. Los agentes han explicado a alguno de los industriales desvalijados que el modus operandi corresponde a una banda itinerante de especialistas en este tipo de robos. Butroneros expertos que saben cómo entrar a una nave, burlar los sistemas de alarma y reventar una caja fuerte.
La alternativa privada
Desde hace años las autoridades vienen advirtiendo de que el polígono de los Olivares es muy vulnerable ante este tipo de ataques. La Policía Nacional no tiene medios suficientes como para garantizar presencia continua todos los días (y sobre todo todas las noches), por más que las rondas por los polígonos son continuas. El anterior subdelegado del Gobierno en Jaén, Fernando Calahorro, intentó hasta la extenuación convencer a los empresarios instalados allí que invirtiesen en seguridad privada.
Durante varios años los empresarios sufragaron el gasto de una empresa de seguridad que patrullaba por las noches. El problema era que de unos 500 industriales que había instalados en el polígono pagaban menos de cien. Así que en 2008 se hartaron y las patrullas privadas desaparecieron. Además, en 2009 instaladores de alarmas indicaban que la mayor parte de los sistemas que se contrataban eran baratos y poco eficaces contra bandas de especialistas. Incluso en naves donde se guarda material muy valioso. Los robos comenzaron a producirse con cierta frecuencia. Hubo noches en los que unos cuantos tipos bien organizados y entrenados llegaron a hacerse doce naves del tirón, sin que sonase una alarma.
Solo cuando la crisis asoló el polígono y dejó vacías muchas naves los ladrones parecieron perder interés, aunque cada cierto tiempo hay un golpe.
En los últimos años se llegaron a instalar cámaras lectoras de matrículas para responder a las demandas de seguridad que hacían los industriales, pero nunca han llegado a funcionar. En noviembre pasado el PSOE llamó la atención sobre esta circunstancia.
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