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En torno al medio año es un buen momento para que el bebé se 'independice' del dormitorio de los padres, aunque hay que ir con cuidado
Los bebés vienen sin manual de instrucciones y aunque los especialistas y la pura experiencia familiar transmiten nociones que todos aplicamos en mayor o menor media, es el propio día a día el que va marcando cómo actuar con cada pequeño. Cuando el hijo está recién nacido suele dormir junto a los progenitores. Pero conforme pasan los meses y empieza a normalizarse su sueño, hay que plantearse que pase a una habitación propia, en la que se quede solo.
Este proceso no siempre es sencillo y para ellos es importante seguir unas recomendaciones básicas. Eso sí, es conveniente no dejarlo para muy tarde, porque el bebé desarrollará el instinto de pertenencia y notará más los cambios que si los asume tienen menos consciencia.
Para que el trago sea amable hay que tener en cuentra varios factores. El principal es que la habitación en la que se quede le resulte cómoda. Una decoración agradable es fundamental para que al pequeño le convenza el traslado. Si se le cambia de un moises a una cuna, hay que velar porque se sienta cómodo en ella, con un colchón correcto. Lo demás es convertir en rutina el proceso de relajación. Ordenar el baño, la cena y controlar las actividades que se realizan en los minutos previos. Una música tranquilizadora puede ayudar.
Una vez que se ha logrado que el pequeño se duerma en su habitación es normal que pueda despertarse en mitad de la noche, por muy diferentes motivos. Si las habitaciones no son contiguas es interesante comprar un intercomunicador que permita oír cualquier llanto. En casos extremos, con niños que tienen alguna dificultad respiratoria, también puede ser muy útil una pequeña cámara, que capte cualquier sobresalto.
Si llora hay todos solemos acudir para consolarle. A veces lo hace por cuestiones menores, como que se le caiga el chupete o que simplemente tosa y se despierte con su propio ruido. Otras puede deberse a hambre o algún malestar. Solo afrontarlo permite aprender los motivos. Eso sí, siempre es positivo que gane esa independencia de estar sin los papás, aunque estos tenga plenamente controlada cualquier anomalía.
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